viernes, 1 de abril de 2011

¿Son seguros los rayos X?




Los rayos X son una herramienta diagnóstica fundamental en la medicina moderna Estamos rodeados de radiación. La mayor parte de la esta radiación está en forma de luz visible, luz infrarroja y ultravioleta, ondas de radio y microondas. Solo una pequeña proporción es radiación ionizante.

Los rayos X son un ejemplo de radiación ionizante. A diferencia de la mayoría de las otras formas de radiación, los rayos X pueden pasar a través del organismo. Esto hace posible utilizar los rayos X para proporcionar imágenes de las estructuras internas del organismo, que pueden ayudar al médico a realizar un diagnóstico sin tener que realizar una intervención quirúrgica.



Seguridad en dosis bajas

Al igual que otras formas de radiación ionizante, los rayos X pueden alterar el material genético de las células y causar mutaciones que aumentan el riesgo de cáncer. Sin embargo, la cantidad de rayos X utilizados en la mayoría de los procedimientos diagnósticos es tan pequeño que el riesgo es tan extremadamente bajo, que casi puede decirse que es cero. Los expertos afirman que asumiendo este mínimo riesgo se consigue información que puede ser vital para el diagnóstico de una enfermedad que puede poner en riesgo la salud, y en algunos casos, la vida del paciente. Sin embargo, y a efectos de máxima protección, se asume que los mismos efectos que ocurren a dosis altas pueden ocurrir a dosis bajas, por lo que el máximo interés está en reducir la exposición al minimo posible. Los avances tecnológicos han posibilitado la reducción de la cantidad de rayos X que se utilizan hoy en día. Hace solo 50 años, las dosis eran mucho más altas y la calidad de las imágenes mucho menor.


Múltiples exploraciones no parecen aumentar el riesgo
Las nuevas tecnologías han permitido el desarrollo de equipos radiológicos que proporcionan imágenes de gran calidad y emiten una mínima radiación
El beneficio obtenido en cuanto a la información diagnóstica gracias a los rayos X es muy superior al mínimo riesgo asociado con esta exploración. Asimismo, los estudios sugieren que el riesgo no aumenta por múltiples exploraciones. Por esta razón no se ha puesto límite al número de exploraciones médicamente necesarias con rayos X que pueda necesitar una persona. No obstante, no se deben de hacer más de las estrictamente necesarias.

Medición de la radiación

Una persona normal está expuesta a solo 360 mrads (milirads, 1/1.000 de rad, la unidad básica de medida de radiación) de radiación ionizante anualmente. Y la mayoría de esta proviene de fuentes naturales como la radiación cósmica y las emisiones del suelo y la tierra que contienen elementos radiactivos como el radón y el uranio. La intensidad de esta exposición ambiental a la radiación varía según la localización geográfica. Los rayos X producidos por una fuente artificial de radiación ionizante, representan el 11% de la exposición anual media, mientras que el radón, un gas radiactivo presente en nuestro entorno, contribuye a un 55% de la exposición total.


Las dosis de rayos X de las exploraciones radiológicas se miden tanto en la piel como en las gonadas, testículos y ovarios, así como en la médula ósea. Se ha elegido estos órganos por su relación con el sistema reproductor y la salud general. Para determinar la exposición, es necesario contemplar conjuntamente las dosis de un órgano específico. Estos niveles son mucho menores que los de la piel. Por ejemplo, la dosis cutanea de una radiografía de columna lumbar es de 280 milirads, mientras que la dosis en la médula ósea de la misma radiografía es de sólo 10 milirads.
El empleo de técnicas diagnósticas de imagen que no empleen radiaciones ionizantes es el reto futuro de este campo de la medicina

El riesgo para todas las fuentes es bajo

¿La exposición media a todas las fuentes de radiación ionizante constituyen un riesgo? Probablemente no. El efecto más probable de todo ello es practicamente cero. Teóricamente es posible que la dosis media pueda causar problemas, pero no se puede medir, el resultado es demasiado pequeño. La mayoría de los estudios han demostrado que dosis inferiores a 5.000 milirads no constituyen un riesgo.

La resonancia magnética y la ecografía no utilizan rayos X

Estos dos tipos de técnicas diagnósticas de imagen no utilizan rayos X. La resonancia magnética utiliza ondas de radio, una forma de radiación no ionizante. La ecografía utiliza los ultrasonidos, ondas sónicas. Niguno de ellos rompe los enlaces moleculares en la forma que lo hacen las radiaciones ionizantes.

Rayos X durante el embarazo

El riesgo para el feto de exposición a los rayos X diagnósticos es muy bajo. Sin embargo, hay que advertir siempre de que se está embarazada. Si es necesario someterse a una exploración de rayos X durante el embarazo, se pueden tomar precauciones adicionales para minimizar la exposición del feto a la radiación.

Una exploración muy valiosa

Las exploraciones con rayos x proporcionan información valiosa sobre la salud y juegan un importante papel al ayudar el médico a realizar un diagnóstico certero. La investigación continúa para producir las mejores imágenes con la mínima radiación posible, emitiendo la mínima cantidad posible de rayos X.

Cóctel de drogas contra la hepatitis C




Un nuevo cóctel de drogas que combina tres compuestos podría eliminar el virus de la hepatitis C con más eficacia que los tratamientos actuales, de acuerdo a un estudio desarrollado en el Hospital Henry Ford (Michigan, Estados Unidos). Según publicó ayer The New England Journal of Medicine, los científicos demostraron la efectividad de una droga conocida como "boceprevir" (inhibidor de la proteasa y agente antiviral de acción directa) cuando es utilizada junto a la ribavirina y el peginterón, compuestos ya aplicados para combatir la hepatitis C.

Los pacientes a los que se les suministró el cóctel mostraron una respuesta viral sostenida -pérdida del virus- significativamente mayor que aquellos que recibieron únicamente las otras dos drogas.

Fuente: El País Digital / Artículo completo en el New England Journal of Medicine



Este fármaco se encuentra en la fase tres de estudio, la cual es el último paso en la investigación clínica realizada en pacientes, antes de que se registre el fármaco ante las instancias reguladoras, para que éstas evalúen y aprueben su pase a la distribución y la comercialización de estos productos.

El tratamiento tradicional, que es una combinación de Interferón y Ribavirina, tiene una tasa de éxito de hasta 50 por ciento en el genotipo 1, que es el de los mexicanos y es el más difícil de tratar. En los genotipos 2 y 3 los resultados son un poco más generosos.

El éxito que alcanzó el Boceprevir en las pruebas fue contundente. En los experimentos llevados a cabo en pacientes que no respondieron a los tratamientos previos, se observó que las tasas de éxito fueron de 66 por ciento.

En otras pruebas, en la que se involucró a gente que nunca había sido tratada y que se les dio el tratamiento tradicional combinado con el Boceprevir, las tasas de éxito fueron de 63 por ciento; y sólo 38 por ciento para el grupo que no tenía Boceprevir. A todos ellos se les trató por 48 semanas.

Los resultados de estas pruebas crearon expectativas en el Congreso del Hígado —reunión europea dedicada a ese órgano vital— de la Asociación Europea del Estudio del Hígado.

Además, el laboratorio analizará otros datos y realizará pruebas más rigurosas, como los resultados en pacientes de diversos orígenes étnicos; sin embargo, son estudios previos para presentárselas a las agencias que no deben de afectar que el fármaco salga al mercado.

En la fase cuatro se busca la aprobación de los productos y que éstos sean utilizados en la práctica diaria. Por otra parte, la MSD necesita los análisis de costo-eficacia, costo-beneficio, entre otros asuntos a estudiar, para lanzar este medicamento a la venta.

También se planea que la empresa farmacéutica se acerque a las instituciones públicas y se pedirá a éstas que se incluya en los cuadros básicos.

A pesar del éxito que significan los resultados que ha arrojado el Boceprevir, el doctor Báez Villaseñor recalca que la prevención y el tratamiento oportuno son importantísimos para curar la hepatitis C.

La hepatitis C es una inflamación del hígado que generalmente es causada por un virus. Si bien esta enfermedad, que calificó el doctor Báez como silenciosa, tiende a no manifestar síntomas, cuando lo hace, éstos son inespecíficos.

“Es importante detectar oportunamente la hepatitis en el paciente, pues hay pocos síntomas en los primeros años de la infección y ellos (los enfermos) ni siquiera saben que están infectados y el virus se está replicando incesantemente en su organismo y está dañando su hígado”, explicó el médico.

La hepatitis C acarrea problemas como daño hepático, insuficiencia hepática, cirrosis y cáncer de hígado. Además, ésta puede ser la causa más frecuente de trasplante de hígado, porque dicho órgano queda inservible, indicó Báez Villaseñor.

Entre las principales vías de transmisión de la hepatitis C se encuentran el contacto con sangre infectada, transfusiones de sangre, compartir jeringas, cepillos de dientes y rastrillos con algún enfermo, el contagio de una madre infectada a su hijo, entre otros. Los tatuajes y los piercings también tienen su cuota de riesgo.

El virus que ocasiona la hepatitis C para atacar o infectar al organismo tiene que copiarse infinidad de veces, este proceso es llamado replicación viral, por lo que se busca abatir o disminuir esta característica, para que ese organismo ya no esté en cantidad suficiente para seguir infectando células.

Por lo tanto, con el uso del Boceprevir el virus no puede hacer copias de sí mismo, explicó el especialista en infecciones, Báez Villaseñor.

Relación con el VIH

Las regiones con más prevalencia de la hepatitis C en el mundo son algunos países de África, el sudoeste de Asia y América Latina.

La relación entre la hepatitis C y el VIH es alta, pues ambas comparten vías de transmisión. En Argentina 88.3 por ciento de los infectados por VIH también tienen hepatitis C.

Dicha enfermedad fue descubierta en 1989, mientras que la investigación que dio luz al Boceprevir se basó en estudios para encontrar una cura al sida.

Desentrañan el proceso cerebral de la muerte súbita infantil




Investigadores de la Universidad Macquarie en Sidney (Australia) han realizado un estudio que arroja luz sobre las áreas del cerebro que podrían estar implicadas en el síndrome de muerte súbita infantil (SMSI).

El trabajo, que se publica en la revista The Journal of Physiology, examina áreas específicas del cerebro y cómo se comunican para controlar la respiración en base a anteriores estudios que planteaban anomalías en el cerebro responsables de la muerte súbita infantil.

Los investigadores han identificado dos áreas del cerebro que funcionan en conjunto para controlar la respiración y el acto de tragar, o deglución, para permitir respirar sin asfixiarse e identificar así qué funciona mal en los bebés que sufren el síndrome.

Según explica Paul Pilowsky, director del estudio, "hasta ahora, los centros cerebrales que coordinan la respiración y el acto de tragar se conocían poco pero nuestra investigación ha distinguido los dos mecanismos en el cerebro, demostrando cómo funcionan en conjunto en presencia de un agente irritante".

Pilowsky añade que si irritantes como la comida o el agua toman el camino incorrecto y entran en las vías respiratorias, se produce una potente respuesta protectora en el cerebro para detener la respiración y evitar que la materia entre en los pulmones. Las anomalías en este reflejo podrían subyacer a una variedad de condiciones que amenazan la vida, incluyendo el SMSI.

Este reflejo protector une las cuerdas vocales e inicia la tos y la deglución. Es vital para todo el mundo, pero los bebés en particular tienen una tendencia a regurgitar los líquidos tras la alimentación y la saliva tiende a acumularse en su garganta. Es también arriesgado, sin la respiración los niveles de oxígeno en sangre pueden disminuir a niveles peligrosos, la tasa sanguínea se ralentiza y la sangre es redirigida al cerebro, privando y dañando potencialmente a otras áreas.

La coordinación temporal de la respiración y la deglución es extremadamente compleja, por lo que los investigadores sospechan que pueden presentar errores en el caso del SMSI, aunque para estar seguros necesitan saber cómo organiza el cerebro esta respuesta.

Los investigadores recrearon la respuesta del cerebro y el cuerpo ante la presencia de un irritante en la garganta utilizando estimulación eléctrica del nervio que suele portar información de la laringe al cerebro para iniciar el reflejo de respuesta.

Al generar de forma artificial una respuesta y medir los neurotransmisores que indican cómo las diferentes regiones del cerebro se comunican entre sí, los investigadores esperan conocer mejor qué sucede en el cerebro para interrumpir el reflejo y producir que se detenga la respiración durante largos periodos.

"El siguiente paso es descubrir por qué estas regiones 'deciden' si la respiración debería detenerse. La esperanza es tener la posibilidad de tener la capacidad de manipular estos dos sistemas de forma separada para evitar una parada excesivamente prolongada de la respiración que podría causar el SIMS", concluye Pilowsky.

Fuente: EP / The Journal of Physiology