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                 ¿Para qué, cuándo, cómo? 
 
Se analizan las propiedades y el empleo de los
 biomarcadores cardíacos, con especial referencia a la unidad de 
cuidados intensivos. | 
              
 
   
   
   
    
  
  
 
  
 
 
 
     
       
    
 
 
 
 Introducción
Los biomarcadores cardíacos (BC) en sangre evalúan las 
alteraciones cardíacas cada vez con mayor precisión. El empleo de la 
creatinina cinasa-MB (CK-MB), a partir de 1972, fue un paso fundamental 
en la creación de un biomarcador cardíaco específico. La introducción de
 la 
troponina cardíaca (cTn) en 1989 fue el siguiente avance y debido al
 refinamiento ulterior de los análisis la definición del infarto agudo 
de miocardio (IAM) actualmente se centra sobre la cTn. 
Mientras que la isquemia cardíaca o el infarto son la causa más 
frecuente de lesión cardíaca y el desarrollo de los marcadores refleja 
esto, la búsqueda de biomarcadores más significativos actualmente 
comprende los BC para procesos inflamatorios (como la 
proteína C 
reactiva [PCR]) y estrés de la pared miocárdica (como los péptidos 
natriuréticos), donde la evaluación va más allá de la necrosis del 
miocardio. 
En la unidad de cuidados intensivos (UCI) a veces aparecen factores de 
confusión que dificultan la interpretación. La claridad en el 
diagnóstico o la orientación para el tratamiento, con frecuencia 
presentes cuando el corazón es el único órgano afectado, como en el 
servicio de urgencias o en la sala de cardiología, no siempre son 
similares en la UCI. Aún así, conocer los BC empleados habitualmente 
puede ser muy útil para la evaluación cardíaca del paciente grave.
Clases de biomarcadores cardíacos
Los BC se pueden agrupar en tres clases principales:
- Inflamatorios
 
- De lesión cardíaca aguda
 
- De estrés miocardíaco
 
Biomarcadores de procesos inflamatorios
Aunque se han estudiado varios mediadores inmunológicos,
 como las citocinas, los autoanticuerpos contra la miosina y la 
tropomiosina, así como el interferon (IFN), aún no se han determinado 
biomarcadores circulantes útiles para ayudar al diagnóstico y el 
pronóstico del IAM.
Tampoco hay biomarcadores útiles cuando el daño miocárdico se produce 
por un agente infeccioso, como en la miocarditis viral aguda, que puede 
terminar en una miocardiopatía con dilatación, donde, los 
autoanticuerpos pueden ser importantes.
A menudo se pasa por alto la importancia de la inflamación en la 
progresión de la enfermedad coronaria (EC), aún en ausencia de necrosis 
miocárdica y aquí la función de los marcadores inflamatorios es más 
promisoria.
Lamentablemente, en el contexto de los cuidados intensivos, donde además
 del corazón, están comprometidos otros órganos, estos marcadores, como 
el
 factor de necrosis tumoral (TNF), el CD-40L, las interleucinas 
(IL-18, IL-6, IL-33 e IL-1a), la PCR, el fibrinógeno, la pentraxina 3 y 
las metaloproteinasas de la matriz, 
no tienen gran especificidad. Los 
marcadores inflamatorios, sin embargo, son promisorios y aún en 
contextos aparentemente no inmunitarios, como la miocardiopatía de 
comienzo agudo inducida por estrés emocional, las vías inflamatorias 
parecen tener una función fundamental.
Biomarcadores de lesión miocárdica 
Troponinas cardíacas (cTn). 
En la actualidad la cTn es el 
componente central de la 
definición de un IAM. Su poder diagnóstico superior se demuestra por su 
relación con los datos histológicos. El IAM se diagnostica sobre la base
 del aumento o la disminución de la cTn, con por lo menos un valor mayor
 al límite superior de referencia del percentilo 99 en pacientes con 
evidencia de isquemia del miocardio. Esta evolución amplió la función de
 la Tn de ser un marcador sólo para el
 IAM a ser útil para el síndrome 
coronario agudo 
(SCA) y para el daño miocárdico secundario por entidades
 tales como embolia pulmonar
 (EP), traumatismo cardíaco y 
daño 
miocárdico inducido por quimioterapia.
Comparación entre la cTnT y la cTnI. El
 complejo cTn, que consiste en tres proteínas (C, I y T) codificadas por
 genes diferentes, tiene una función fundamental en la modulación de la 
contracción del sarcómero dependiente del calcio. cTnI y cTnT tienen 
isoformas cardio-específicas que no están presentes en el músculo 
esquelético, por lo que son marcadores muy específicos de daño 
miocárdico. Ambas son liberadas por el miocardio necrótico, como 
proteínas intactas y productos de degradación. La prueba de cTnT 
proviene de un solo fabricante, mientras que la prueba de cTnI tiene 
varios fabricantes, pero su interpretación es confusa debido a la falta 
de estandarización. Es importante que el médico sepa cuál es el análisis
 que se emplea en su institución. 
cTn como marcador diagnostico. El 
aumento de cTn 
en sangre es un 
marcador de daño miocárdico, pero
 no determina la 
etiología de éste. La cTnT y la cTnI tienen la misma capacidad para 
detectar el daño miocárdico. Los criterios para diagnosticar un IAM son 
los valores aumentados o disminuidos de cTn en sangre junto con las 
características clínicas de la isquemia del miocardio. El grupo de 
trabajo internacional formado por la 
American Heart 
Association/World Health Foundation/European Society of 
Cardiology/American College of Cardiology Foundation (AHA/WHF/ESC/ACCF),
 recomienda un valor de corte en el límite superior de referencia 
del percentilo 99 o la concentración en la cual el análisis alcanza un 
coeficiente de variación del 10% si ésta supera el percentilo 99. Si no 
se encuentran las características clínicas del IAM más los cambios en el
 ECG, se debe buscar otra causa del aumento de la cTn e investigar daño 
miocárdico. 
El momento del aumento de la cTn es importante. En el proceso agudo ésta
 aumenta dentro de las 2-4 horas de la aparición de los síntomas y 
persiste durante 7-14 días. Se recomiendan por ello determinaciones 
seriadas, en general cada 3- 6 horas. Los análisis de cTn, menos 
sensible, exigen aumentos significativos, mientras que los análisis más 
nuevos exigen aumentos menores. Si la cTn no es alta, serán necesarias 
mediciones seriadas durante 6-9 horas. Si los valores siguen bajos, pero
 hay sospecha clínica de IAM se debe considerar otra muestra 12-24 horas
 después. 
La introducción de la 
hs-cTn, con sensibilidad mejorada de μg/l a ng/l, 
disminuyó el tiempo para diagnosticar el IAM. Una sola determinación de 
hs-cTnI a las 3 horas en pacientes que consultaron por dolor precordial,
 con un valor de corte de 40 ng/l, dio un valor pronóstico negativo 
(VPN) del 84,1% y un valor pronóstico positivo (VPP) del 86,7%. La 
precisión diagnóstica de varios análisis de hs-cTn diferentes fue 
excelente y muy superior a los análisis estándar. Una determinación 
única mayor de 100 ng/l se considera de alto riesgo para SCA. 
El paciente sedado y hemodinámicamente inestable en respirador con 
presión positiva, en general no tiene los síntomas clásicos de isquemia 
del miocardio. Los cambios del ECG, a menudo con antecedentes de un ECG 
con alteraciones previas, son inespecíficos y hay factores de confusión,
 como la insuficiencia renal o cardíaca. Muchas entidades que se suelen 
hallar en la UCI se asocian con aumento de la cTn, aunque no haya 
patología coronaria que genere isquemia del miocardio. A esto se agrega 
la probabilidad de que muchos IM sean clase tipo II. La hs-cTn mejora la
 precisión diagnóstica, pero a expensas de menor especificidad. 
La troponina cardiaca como marcador pronóstico. El
 aumento de la cTn se asocia con mal pronóstico en los pacientes con 
isquemia aguda. La cTnI y la cTnT tienen resultados pronósticos 
comparables, excepto en pacientes con insuficiencia renal crónica, donde
 la cTnT, pero no la cTnI, fue un factor pronóstico de peor evolución. 
El valor pronóstico de la cTn no se limita a la isquemia cardíaca, sino 
que se extiende a otras enfermedades de pacientes en la UCI.
Creatina cinasa-MB. La CK-MB en el
 IAM es
 liberada dentro de las 2-4 horas, llega a su máximo 24 horas 
después de la sobrecarga de presión o la isquemia y vuelve a los valores
 normales a las 36-72 horas. Es un
 marcador sensible de IM, pero la 
determinación única en el momento de la consulta tiene 
baja sensibilidad
 y su falta de especificidad es un problema. La llegada de la cTn ha 
relegado a la CK-MB como biomarcador de necrosis del miocardio.
Proteína intracelular de unión a ácidos grasos. Las
 proteínas de unión a ácidos grasos (PUAG) son pequeñas proteínas del 
citoplasma que facilitan el transporte de los ácidos grasos y otros 
lípidos dentro de la célula. La PUAG tipo cardíaca es un
 marcador 
sensible de daño de los miocitos y, a diferencia de la troponina, es 
liberada tanto por la isquemia como por la necrosis. La célula dañada 
libera esta PUAG en 1-3 horas y la misma vuelve a sus valores normales 
en 12-24 horas. Hay buenos datos que apoyan su empleo para el pronóstico
 del IM. Su 
sensibilidad diagnóstica para lesión cardíaca es del 93.1%, 
mayor que la CK-MB y la cTn.
Biomarcadores de estrés cardíaco
Péptidos natriuréticos (PN). Esta familia
 de péptidos y receptores específicos es un sistema integral para el 
control del equilibrio hidromineral y de la presión arterial. Comprende 
el péptido natriurético auricular (PNA), el péptido natriurético 
cerebral o tipo B (PNB), el péptido natriurético tipo C (PNC), el 
péptido natriurético dendroaspis (PND) y la urodilatina. El PNA y el PNB
 inhiben la liberación de ET-1 y la ET-1 estimula la síntesis de PN. 
La pre-prohormona BNP es un péptido de 134 aminoácidos sintetizado en 
los miocitos ventriculares con descomposición ulterior en la prohormona 
PNB, que se libera en la circulación durante el estrés hemodinámico. La 
corina, una endoproteasa, descompone la prohormona PNB en el PNB 
biológicamente activo BNP y el NT-proPNB inactivo. 
Aplicación clínica del PNB/NT-proPNB La mayor 
utilidad del PNB y el NT-proPNB es el diagnóstico y el pronóstico de la 
insuficiencia cardíaca. Su aplicación en el servicio de urgencias se 
basa sobre el estudio 
Breathing Not Properly, donde se demostró
 que el PNB > 100 pg/ml es diagnóstico de insuficiencia cardíaca 
congestiva (ICG), con sensibilidad del 90% y especificidad del 73%. Se 
identificó una precisión diagnóstica similar con el NT-proPNB, con 
valores de 500 ng/ml. Los valores de PNB pueden aumentar en pacientes 
con EC.
En una revisión sobre la importancia del PNB y el NT-proPNB en el 
tratamiento de la insuficiencia cardíaca, se indica cautela al 
interpretar los valores aumentados en la UCI. También se deben tener en 
cuenta la edad y el sexo.
Habitualmente, múltiples enfermedades asociadas, en especial la 
insuficiencia renal o la septicemia, pueden causar aumento de los 
valores en sangre en ausencia de insuficiencia cardíaca. Numerosos 
estudios buscaron aclarar la importancia de los PN como marcadores 
pronósticos en la UCI, pero los resultados fueron contradictorios e no 
lo suficientemente consistentes como para modificar el tratamiento de un
 paciente. Aunque el aumento de los PN en general significa disfunción 
cardíaca aún en el paciente grave, no pueden identificar el tipo de 
disfunción cardíaca y no se pueden comparar con el ecocardiograma, que 
se debe emplear siempre en los pacientes graves con disfunción cardíaca 
de base.
Utilidad de los biomarcadores cardíacos en patologías NO coronarias habituales en la UCI
Embolia pulmonar aguda 
Los BC pueden ser importantes para el diagnóstico y el 
pronóstico del paciente con EP. Se produce 
aumento de la cTn debido a la
 mayor demanda metabólica y la menor perfusión miocárdica, que causa 
isquemia ventricular derecha o microinfarto, mientras que el aumento de 
estrés de la pared produce aumento del PNB. 
La importancia de los BC en la estratificación del riesgo está bien 
establecida y se incluyen como los principales marcadores en las 
recomendaciones de la 
European Society of Cardiology para el 
diagnóstico y el tratamiento de la EP aguda. El aumento de la cTn y/o el
 PNB coloca al paciente fuera de la categoría de bajo riesgo (mortalidad
 <1%) y cuando se asocia con características de disfunción cardíaca e
 hipotensión en el ecocardiograma 
coloca al paciente en la categoría de 
alto riesgo (mortalidad > 15%). La asociación de alteraciones de los 
BC específicos y del ecocardiograma tiene importantes ramificaciones 
terapéuticas en lo referente al tratamiento trombolítico para la EP 
aguda, inclusive en el paciente hemodinámicamente estable.
La PUAG cardíaca parece tener mayor precisión diagnóstica y mejor valor 
pronóstico que la cTn y el PN en casos de EP. El VPP para la PUAG 
cardíaca fue del 41%, en relación con el 29% para la cTn y el 19% para 
el proPNB. En un estudio más reciente con 101 pacientes con EP y signos 
ecocardiográficos de sobrecarga ventricular derecha, pero sin 
hipotensión ni shock, ninguno de los pacientes con PUAG cardíaca normal 
(n = 87) experimentó deterioro clínico, necesitó apoyo inotrópico o 
murió. 
Septicemia
Los 
valores aumentados de cTn en pacientes sépticos se 
asocian con mayor mortalidad. La cTn está aumentada en el 12-85% de los 
pacientes de las UCI con septicemia. La cTnI también aumenta en 
pacientes sépticos con indicios de disfunción diastólica aislada y 
reversible. 
Aunque las concentraciones de PN aumentan en la septicemia, se discute si agregan información diagnóstica o sobre la evolución.
Insuficiencia cardíaca aguda (sin EC)
La
 cTn está aumentada en pacientes con insuficiencia 
cardíaca aún en ausencia de EC. Si bien la cTn carece de suficiente 
sensibilidad y especificidad para el diagnóstico de insuficiencia 
cardíaca, 
se asocia con aumento del riesgo de morbimortalidad cardíaca. 
Por ejemplo, el aumento de cTnI pronostica la mortalidad en pacientes 
hospitalizados por insuficiencia cardíaca congestiva.
Insuficiencia renal
Debido a que los valores basales de
 cTn están aumentados
 en la insuficiencia renal crónica, el diagnóstico de IM se basa sobre 
más del 20% de aumento en los valores 6-9 horas después de llegar a la 
consulta. En un estudio comparativo del valor pronóstico de la cTn y el 
PNB/NT-proPNB en 143 pacientes con insuficiencia renal crónica en 
diálisis se demostró que el NT-proPNB fue superior a la cTn.
Daño pulmonar agudo y retiro del respirador
Aunque es clásicamente un biomarcador cardíaco, 
el PNB 
cumple también una función en la UCI para diagnosticar la insuficiencia 
respiratoria hipóxica y determinar el momento óptimo para la extubación.
 Rana y colaboradores hallaron que valores de PNB < 250 pg/ml apoyan 
el diagnóstico de daño pulmonar agudo, con mayor exactitud cuando se 
excluye a los pacientes con insuficiencia renal. 
Un estudio reciente de 100 pacientes, sometidos a una prueba de 48 horas
 con respiración espontánea antes de la extubación, realizó la 
evaluación ecocardiográfica y tomó muestras de PN inmediatamente antes 
del estudio y a su término, antes de la extubación. Un punto de corte 
del valor de PNB en 263 ng/l y 1.343 ng/l para el NT-proPNB antes del 
estudio o el aumento de 48 y 21 ng/l respectivamente para el PNB y el 
NT-proPNB, pronosticaron con precisión en qué pacientes fracasaría la 
extubación debido a insuficiencia cardíaca subyacente. El PNB fue más 
eficaz que el NT-proPNB.
Diagnóstico de disfunción cardíaca por múltiples marcadores
El empleo de múltiples biomarcadores tiene la ventaja 
teórica de mejorar tanto la sensibilidad como la especificidad en el 
diagnóstico de diferentes trastornos cardíacos, lo que es importante en 
la UCI, donde hay tantos factores de confusión. La combinación de cTnT, 
ECG y albúmina modificada por la isquemia identificó la isquemia en el 
95% de los pacientes que consultaron por precordialgia. Sin embargo, 
otros estudios no avalan el beneficio de los multimarcadores sobre uno 
solo en el servicio de urgencias o en la UCI.
 
Posibles futuros biomarcadores cardíacos
Los micro ARN(llamados también miR o miARN) son ácidos ribonucleicos 
(ARN) de aproximadamente 20-25 nucleótidos de largo que no codifican, 
que regulan negativamente o inhiben la expresión de los genes. 
Intervienen en casi todos los procesos biológicos. Se pueden detectar 
muchos tipos diferentes de miARN en la sangre. Se identificaron cuatro 
grupos que regulan el sistema cardiovascular. 
Puesto que la semivida del miARN circulante se cuenta en horas y su 
degradación no parece alterarse por la disfunción orgánica, son 
prometedores como marcadores muy específicos y precisos de disfunción 
cardíaca en el paciente grave.
Conclusiones 
Los biomarcadores cardíacos son cada vez más precisos y tienen un lugar 
importante en la práctica médica cotidiana. Las ventajas que 
proporcionan en la sala de cardiología o en el servicio de urgencias no 
siempre se comparten en la UCI, donde los factores de confusión con 
frecuencia exigen una interpretación cautelosa y una cuidadosa 
consideración de las decisiones terapéuticas ulteriores. Sin embargo, 
conocer las ventajas y desventajas a partir de la base de datos clínicos
 y de investigación disponible debe hacer apreciar su inmenso valor.
Fuente :
 intramed