lunes, 15 de febrero de 2010

Adolescente inventa panel solar hecho de pelo humano

Un adolescente inventa un panel solar que podría ser la solución al desarrollo de las necesidades mundiales de energía … hechas de pelo humano




Un nuevo tipo de panel solar usando cabello humano podría proporcionar al mundo electricidad barata, verde, así lo cree este inventor adolescente.
Milán Karki, de 18 años, es de una zona rural de Nepal y cree que ha encontrado la solución a las necesidades de energía de los países en vías de desarrollo.
El joven inventor dice que el cabello es fácil de usar como conductor en los paneles solares y podría revolucionar la energía renovable.
‘Primero quise proporcionar electricidad a mi casa, después a mi pueblo. Ahora pienso para el mundo entero,’ dijo Milán, que asiste a la escuela en la capital, Katmandú.
El pelo sustituye al silicio, un componente caro típicamente usado en paneles solares, y significa que los paneles pueden ser producidos a un costo bajo para los que no tienen acceso al poder, explicó.
En Nepal, uno de los países más pobres en el mundo, muchas áreas rurales carecen de acceso a la electricidad y hasta en áreas donde hay líneas de energía los usuarios sufren cortes de hasta 16 horas por día.
Milán y cuatro compañeros de clase al principio hicieron el panel solar como un experimento pero está convencido que esto tiene una amplia aplicabilidad y viabilidad comercial.



“Estoy tratando de producir y distribuir comercialmente a los distritos. Ya hemos enviado un par a los distritos para comprobar su viabilidad, “, dijo.
El panel solar, produce 9 V (18 W) de energía y cuesta alrededor de 38 dólares.
Pero si los paneles fueran producidos en masa, Milán dice que podría venderse a un precio inferior a la mitad, lo que podría ser una cuarta parte más barato de los que ya están en el mercado.
La melanina es un pigmento que da su color de cabello, es sensible a la luz y también actúa como un tipo de conductor. Dado que el cabello es mucho más barato que el silicio el aparato será menos costoso.



El panel solar puede cargar un teléfono móvil o un pack de baterías pudiendo proporcionar luz toda la noche.
Milán comenzó su búsqueda para crear electricidad cuando era un niño viviendo en Khotang, un remoto distrito de Nepal totalmente desconectada de la electricidad. Según él, los pobladores se mostraron escépticos de su invención en un principio.
“Ellos creen en las supersticiones, La primera vez que trato de utilizar las corrientes de agua de alimentación hidráulica a pequeña escala, pero dijo que el experimento se hizo demasiado costoso.
“He buscado nuevas, renovables otras fuentes accesibles. La gente en estos lugares están viviendo la vida de la edad de piedra, incluso en el siglo 21 “, dijo.
La mayoría de los de su pueblo son analfabetos. "No creian en la ciencia. Pero ahora ellos creen“, dijo.




Milán, admirador del inventor Thomas Eddison, se describe como alguien con suerte porque su familia pudo pagar para que el pueda recibir una educación adecuada, mientras que muchos otros aldeanos se ven obligados a trabajar desde temprana edad.
Originalmente tuvo la inspiración después de leer un libro del físico Stephen Hawking, donde debatió la manera de crear energía estática del pelo.



“Me di cuenta de que la melanina es uno de los factores de conversión de la energía”, dijo.
Medio kilo de cabello se puede comprar por sólo 16p en Nepal, y dura unos pocos meses, mientras que un paquete de baterías costará 50 peniques y durará unas pocas noches.
La gente puede reemplazar fácilmente el pelo a sí mismos, dice Milán, es decir, sus paneles solares necesitarán poco mantenimiento.
Tres años después de su idea, Milán dice que su idea es importante debido a la necesidad crucial de las energías renovables frente a las fuentes de energía finita y el calentamiento global.
“Poco a poco, los recursos naturales se están degradando lo que es necesario pensar en el futuro”, dijo.
‘Esta es una solución fácil para la crisis que estamos teniendo hoy en día. Hemos comenzado el largo camino para salvar el planeta “.

viernes, 5 de febrero de 2010

EL ESTADO VEGETATIVO Y SU CONCIENCIA

La conciencia del estado vegetativo: Algunos pacientes tienen actividad cerebral intencionada



Algunas personas en estado vegetativo tienen cierta actividad cerebral intencionada. Aunque son las menos, este dato muestra que la línea que separa consciencia e inconsciencia no es tan clara y sugiere que la forma de evaluar a estos pacientes debe cambiar. El estudio aparece en 'The New England Journal of Medicine'.


"¿Puede oírnos?", es, probablemente, una de las preguntas formuladas con más frecuencia por los familiares de pacientes en estado comatoso o vegetativo. La diferencia entre ambos es que la persona, un buen día, abre los ojos tras permanecer en coma pero las respuestas a estímulos externos son las mismas: nulas.

En ambos casos, el paciente carece, según implica el propio diagnóstico, de conciencia alguna. Cuando se pueden observar respuestas verbales o motoras limitadas a ciertas circunstancias u órdenes, se habla de estado de mínima conciencia. Pero, ¿hasta qué punto esto es cierto? Existen indicios de cierta actividad cerebral en personas en estado vegetativo que podrían implicar cierta voluntariedad a pesar de que ésta no se refleje externamente.

El problema es que ese estado de alerta se deduce de las respuestas motoras, "hecho que contribuye sin duda al elevado porcentaje de errores diagnósticos (aproximadamente un 40%)", indica el estudio. Determinar correctamente esta capacidad de respuesta intencionada es de vital importancia en estas personas dadas sus implicaciones tanto en el cuidado y la rehabilitación como a nivel legal. Además, la capacidad de contestar es útil para la comunicación.

Los autores de este estudio sometieron a 16 personas sanas y 54 en estado vegetativo o mínimamente concientes a una resonancia magnética funcional –capaz de medir la actividad cerebral en tiempo real- mientras recibían instrucciones verbales para que se imaginaran jugando al tenis o paseando por una ciudad conocida o por su casa.

5 de los 54 sujetos en estado vegetativo fueron capaces de modular de forma intencionada la actividad cerebral. Los investigadores observaron una activación de las regiones implicadas en la respuesta motora y la espacial, similar a la que mostraban los individuos sanos. Cuatro de ellos tenían un diagnóstico de estado vegetativo y todos habían sufrido un traumatismo craneoencefálico.

"Cuando estos pacientes fueron minuciosamente examinados de nuevo en sus habitaciones, se detectaron algunas señales conductuales de conciencia", señalan los autores. "En una minoría de los casos, los pacientes que cumplen los requisitos del estado vegetativo tienen una función cognitiva residual e incluso cierta conciencia", añaden.

A la luz de estos hechos, "la presencia de cierta cognición rudimentaria preservada que se refleja por medio de la resonancia magnética funcional ya no se podrá cuestionar, pero su significado seguirá siendo objeto de interpretaciones", señala en un editorial Allan H. Ropper, neurólogo del Brigham and Women's Hospital (Boston, Estados Unidos).

A pesar de la presencia de esta actividad cerebral intencionada, advierte, "no podemos tener la certeza de que estamos interactuando con una persona sensible ni mucho menos competente". Y advierte a aquellos que quieran utilizar este estudio para justificar el soporte vital continuado e incondicional de pacientes que no responden a los estímulos que eso sería "perder el enfoque de los hallazgos".

La única conclusión clara es que la resonancia magnética funcional puede usarse como herramienta complementaria en el diagnóstico de este tipo de pacientes. Una ayuda para poder clasificarlos que hace necesario un nuevo vocabulario ya que los términos 'consciente' e 'inconsciente' ya no engloban un espectro de estados en un continuo. La línea entre ambos "se volverá borrosa", concluye Ropper.

LA EVOLUCIÓN DEL PRIMER TRASPLANTE DE CARA-



Este es un video realizado 18 meses después de la intervención quirúrgica.
Se puede ver como moviliza los músculos de la mímica e incluso puede sonreir..

Isabelle Dinoire, nacida en 1967 en Francia fue la primera persona en recibir un trasplante parcial de cara con éxito tras una intervención realizada por los cirujanos Bernard Devauchelle y Jean-Michel Dubernard el 27 de noviembre de 2005 en el hospital de Amiens.

Un triángulo de tejido facial que incluía la nariz, boca y barbilla fue extraído de una donante con muerte cerebral, Maryline Saint-Aubert, una profesora de 46 años hospitalizada en Lille, e injertada a la paciente.

La operación duró 15 horas, asistida por un equipo de 45 personas que trabajó para injertarle el triángulo de tejido facial, con la dificultad que representaba la unión de arterias, venas y músculos y adaptarlos a la forma del cráneo de la paciente. El resultado fue una nueva cara, un rostro híbrido que no se asemejaba ni al original de la paciente ni al de la donante. En el procedimiento médico también se le traspasaron células de la médula ósea provenientes de la donante para reducir las posibilidades de rechazo, junto con un injerto de un fragmento de piel en el pecho, que actúa como centinela para monitorear reacciones adversas.

Uno de los momentos más delicados fue la unión de una pequeña arteria entre la cara de la paciente y el injerto. Al quitar las pinzas de la arteria, no brotaba sangre, ya que estaba bloqueada por un coágulo. El Dr. Devauchelle hizo una incisión bajo la mandíbula de Dinoire para alcanzar la arteria por debajo del coágulo y así poder unirla al injerto. Al suturar la arteria y retirar las pinzas y comenzar a circular la sangre el color apareció gradualmente en el injerto.

La familia está segura que el perro, que fue sacrificado, mutiló a Isabelle por accidente. Creen que el daño se produjo cuando el perro, al ver que ella no se despertaba, se puso más y más frenético y comenzó a arañarla y morderla.

"Fue durante la noche; yo estaba profundamente dormida debido a una gran cantidad de somníferos. Al despertarme, algo comatosa, cogí un cigarrillo para deslizarlo, con un gesto automático, entre mis labios. Era imposible. Se caía. No había nada que lo sostuviese. Sin entender nada me dirigí al espejo del baño. Y lo que vi reflejado era irreal: mi cara sanguinolenta no era más que un gran agujero. La nariz, los labios, la barbilla, la mayor parte de mis mejillas habían desaparecido. Me dije: es absurdo, imposible, no me acuerdo de nada, no puedo ser yo. La perra me miraba y lamía la sangre del suelo. Yo estaba hecha polvo, como ausente".