domingo, 26 de septiembre de 2010

Cefaleas



Soluciones a la cabeza

Millones de personas alrededor del mundo padecen diversas formas de cefalea. Aquí le contamos qué puede hacer para lidiar eficazmente con este malestar.


¡Qué dolor de cabeza! Si repite a menudo esta frase, usted se encuentra entre los millones de hombres y mujeres que, diariamente, tratan de encontrar un alivio inmediato a este malestar tan conocido como pertinaz.

Hay dos grandes tipos de dolores de cabeza, que abarcan la mayoría de las consultas al médico: las llamadas cefaleas por tensión y las migrañas.

Las cefaleas tensionales son dolores que abarcan toda la cabeza; son muy frecuentes e incluso a veces diarios. El dolor es una sensación opresiva en toda la frente o la nuca, no empeora con los movimientos y no se acompaña por náuseas o vómitos. Estas cefaleas están relacionadas con situaciones cansadoras o estresantes y se alivian con analgésicos comunes, aunque lo ideal es buscar la causa de esta molestia para solucionarla.

Las migrañas son cefaleas muy intensas. En general, presentan dolor de un solo lado de la cabeza y van acompañadas por intolerancia a la luz y a los ruidos. Pueden terminar en náuseas o vómitos, empeoran con los movimientos y pueden durar de 3 a 7 horas, y a veces más. Suelen estar precedidas por lo que se conoce como “aura”, que es un grupo de síntomas de advertencia que se inician antes de dolor de cabeza.

Las migrañas son hereditarias. La doctora Saravia estima que en la Argentina las migrañas afectan al 17 % de la población (unos 6,8 millones de personas), y son más comunes entre las mujeres que entre los hombres, en una relación de 4 a 1.

¿Cuáles son las causas?

Existen diversas circunstancias que causan dolor de cabeza; ellas van desde contracturas y estrés hasta infecciones.

Pueden deberse a contracción y tensión muscular en los hombros, cuello, cuero cabelludo y mandíbula (co-mo en el caso de las cefaleas tensionales); el estrés, la depresión o la ansiedad; trabajar demasiado, no dormir lo suficiente, tomar alcohol o consumir algunos alimentos como queso o chocolate.

Otras causas comunes de dolor de cabeza pueden ser mantener la cabeza en una misma posición durante mucho tiempo (como al utilizar una computadora);mala posición al dormir;esforzarse demasiado; rechinar los dientes; también pueden aparecer dolores de cabeza cuando hay resfrío, gripe, fiebre o durante el síndrome premestrual.

Las causas graves de dolor de cabeza son más raras y pueden ser: aneurisma, tumor cerebral, accidente cerebrovascular o algún tipo de infección cerebral como encefalitis o meningitis.

En la consulta,el primer paso consiste en determinar si el dolor de cabeza es síntoma de alguna otra afección o se trata de una cefalea primaria: es aquella en la que el dolor de cabeza dejó de ser síntoma para pasar a ser enfermedad.

Qué hacer

De todas las formas de dolor de cabeza, la migraña es la que más afecta la vida de quien la padece. La mayoría de las personas se esfuerza por cumplir con sus obligaciones, aunque tiene seria incidencia en el rendimiento laboral: es causa frecuente de baja productividad y ausentismo.

Sin embargo, el malestar repercute más en la vida familiar y social, por paseos que se suspenden, salidas que se interrumpen o se postergan.

A pesar de que no existe una cura para la migraña, los especialistas señalan que hay distintas formas de controlarla, con o sin medicación. En principio, hay tres estrategias básicas para tener en cuenta:

No hay que tolerar el dolor y habituarse a vivir con él sólo porque es “un dolor de cabeza”. Sufrirlo solo no es un buen recurso; lo mejor es consultar al médico – preferentemente, un neurólogo especialista en cefaleas – y que él evalúe el mejor tratamiento posible.

No automedicarse. El uso indiscriminado de medicación para paliar las migrañas puede producir acostumbramiento, además de otros efectos adversos.

Ayudarse con la familia y con amigos. Si éstos están al tanto, les resultará más fácil a todos convivir con este malestar.

A fin de controlar las crisis de jaqueca y lidiar con ellas de la mejor manera posible, los especialistas de la Asociación Argentina de Cefaleas recomiendan:

Llevar un diario de crisis. Es importante llevar un registro detallado de cuándo tienen lugar sus crisis (día, circunstancia, horario preciso, duración) así como los síntomas, tratamiento que se administró y resultados obtenidos. Esta información es sumamente valiosa para su médico; podrá orientarlo mejor en el diagnóstico y tratamiento que le brinde.

Llevar un diario de desencadenantes. Habitualmente, los factores que desencadenan una crisis de migraña no es uno sino son varios. Hay dos tipos de desencadenantes: aquellos en los que usted puede intervenir (saltearse las comidas, beber vino) y aquellos en los que no puede intervenir (ciclo menstrual, viajes). Algunos, como las situaciones estresantes, si bien no pueden evitarse en muchas ocasiones, pueden controlarse con estrategias de relajación.

Identificar los síntomas premonitorios. La mayoría de estos síntomas aparecen algunas horas antes de la cefalea, y suelen ser más evidentes para familiares y amigos. Los más comunes son: cambios de ánimo o de conducta, irritabilidad, torpeza, bostezos, rigidez del cuello, sede, fotofobia y fonofobia (sensibilidad extrema a la luz y a los ruidos), deseos de comer cosas dulces, hiperactividad.

Si sus dolores de cabeza son recurrentes, o si experimenta más de cuatro crisis en el mes, es hora de consultar al médico para diseñar una estrategia de tratamiento. En los casos más severos, explica la doctora Saravia, se diseña un tratamiento destinado no sólo a paliar el dolor durante las crisis, sino a la prevención, con medicación específica para evitar que las crisis aparezcan.En síntesis, conviene no improvisar en materia de dolor de cabeza: sin asustarse de más ni subestimarlo, póngale coto a sus cefaleas en el consultorio del médico. Descubrirá cuánto mejor puede ser su vida cotidiana cuando el dolor de cabeza se queda ¡bien lejos de casa!

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